Estos tiempos de cambio con circunstancias especiales sanitarias ante el Covid son la realidad de cada día de estos momentos en nuestra sociedad. El gran debate sobre la vacunación de los más pequeños, está en la calle, apoyado y alentado por un abundante despliegue, ante su importancia, en todos los medios periodísticos, y con gran información y desinformación en redes.

Vacunar o no vacunar, recordando que los niños de hoy son los adultos del futuro tiene tantos seguidores como detractores. La pregunta y el debate del programa de vacunación: ¿la vacuna es buena? ¿Es mala? ¿Es peligrosa? ¿Está contrastada? ¿Qué hacer?

Todos aquellos miembros de una familia cuya opinión conjunta esta ya claramente formada y posicionada en uno u otro sentido permiten deducir el resultado de que se producirá o no la vacunación en su-s niñ@s. Los que tienen claro que la vacuna responde a las expectativas sanitarias no tendrán duda en acudir de inmediato a los programas de vacunación y vacunar a sus hij@s organizando los tiempos conforme a los pautados por las autoridades sanitarias.

Los detractores no tendrán sino palabras negativas y acusadoras al programa e impedirán que sus hijos sean vacunados.

En principio la vacunación no es obligatoria, pero, ¿se decidirá en los centros públicos y privados frente a los no vacunados? ¿Se les permitirá acudir o deberán mantener su educación en casa- Homeschooling? Reconozcamos que en numerosos países está bien extendido este medio educativo, lo que nos llevaría a otra reflexión ajena a la presente.

Hay que reseñar que no siempre los padres tendrán igual opinión, debido a la libertad de pensamiento que reina en nuestro país, y se producen divergencias en las necesarias tomas de decisión con respecto de sus hij@s,

La solución sobre la vacunación de los pequeños no es única , y admite alternativas tras el estudio pormenorizado de cada familia y de cada menor, pueden existir supuestos, o mejor dicho presupuestos, que justifiquen la contraindicación de la vacunación en un menor, y ello habrá de tomarse bien en cuenta, pues el interés superior de cada niño, como principio de orden público recogido en la Observación General 14 de la Convención de los Derechos del Niño es absolutamente prioritario de proteger.

Cuando se produce la divergencia entre los padres el conflicto inicial está servido, si bien esa divergencia no va a impedir la vacunación o no vacunación de los niñ@s, pues ambos padres deben prestar su consentimiento ya que depende del ejercicio de la patria potestad, habitual y comúnmente compartida entre ambos progenitores.

La solución se gestiona poniendo en conocimiento, por cualquiera de los padres, del Juez de Primera Instancia, que corresponda al domicilio del menor, la divergencia entre ellos sobre la vacunación de sus hij@s.

A través del proceso ágil y rápido denominado de Jurisdicción Voluntaria, el Juez tras escuchar los motivos y razonamientos de ambos padres, acordará mediante resolución motivada cuál de ellos tendrá el derecho exclusivo para el ejercicio de la patria potestad: dará la razón a uno u otro en exclusiva, y será ese progenitor el encargado o bien de vacunar o de impedir la vacunación.

Con bastante probabilidad los procesos que se tramiten en los juzgados relativos a la vacunación se les dará la prioridad y urgencia debida en orden a la situación social y sanitaria de la que emergen.

Es importante hacer observar que si los conflictos entre los progenitores sobre el ejercicio de la patria potestad de sus hijos son continuos y en todos los aspectos de la vida de l@s hij@s, el juez tiene facultades, en beneficio de los niñ@s atribuir temporalmente el ejercicio de la patria potestad a uno solo de los padres, para cuantas decisiones se precisen durante ese lapso temporal, y en casos mas graves, tras el proceso oportuno, incluso privarle definitivamente de la patria potestad.

En todo caso, ante las divergentes opiniones sociales, los abogados de familia e infancia, verán incrementado su volumen de trabajo para tratar de dirimir las divergencias justificando y razonando al Juzgador las peculiaridades de cada menor en orden a mantener el criterio de su cliente.

No dejen de acudir a abogados especializados en familia e infancia, pues al igual que acudirían a un médico especializado ante una dolencia concreta, les evitará en el futuro muchos problemas.